Japón tiene uno de los índices de criminalidad más bajos a nivel mundial. Esto se debe en parte a la fuerte presencia policial y al alto nivel de conciencia social. Los delitos violentos son raros y los crímenes menores, como el hurto, también son poco comunes.
Caminar por las calles, incluso a altas horas de la noche, es generalmente seguro. La iluminación en las áreas urbanas es excelente y hay una gran cantidad de cámaras de seguridad. Además, los japoneses son muy respetuosos con las leyes y las normas sociales, lo que contribuye a la sensación de seguridad.
Por ejemplo, si pierdes algo en Japón, hay una alta probabilidad de que lo recuperes. Los japoneses tienen una cultura de honestidad y suelen devolver los objetos perdidos a las comisarías o a las oficinas de objetos perdidos. En estaciones de tren, centros comerciales y otros lugares públicos, hay oficinas específicas para recoger y devolver objetos perdidos.
Desastres naturales
Aunque Japón es un país muy seguro en términos de criminalidad, es importante tener en cuenta que se encuentra en una zona geológicamente activa. Esto significa que es susceptible a terremotos y, en menor medida, a tsunamis y tifones. Sin embargo, el país está muy bien preparado para enfrentar estos fenómenos naturales.
Tienen un avanzado sistema de alerta temprana para terremotos que permite a las personas tomar precauciones antes de que el sismo llegue. Además, los edificios están construidos para resistir terremotos.
